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Los espacios que nos rodean nos condicionan y nos afectan incluso a nivel cognitivo. Durante el tiempo confinados en el interior de las viviendas, nos hemos dado cuenta de la importancia de poder disfrutar de espacios domésticos compartidos agradables, confortables y seguros.
El Coronavirus ha transformado el rol de los inmuebles y ha puesto en el foco aquellos con más posibilidades de adaptación al nuevo contexto pospandémico. Como, por ejemplo, disponer de espacios donde poder combinar y garantizar el teletrabajo, con la vida familiar y la salud.
Espacios más seguros
Cada nuevo cambio conlleva la adopción de nuevos hábitos. Por ello, son muchas las familias que han tomado la iniciativa de establecer medidas de control y seguridad dentro del hogar. Por un lado, han instalado sistemas de ventilación mecánica que garantizan un flujo de aire 24h. Y por el otro, han reinventado la zona de la entrada.
Antes de acceder a la vivienda, se ha creado un espacio donde descalzarnos para evitar introducir el virus en el interior del hogar. Dentro de esta zona también se pueden dejar prendas como el abrigo, así como complementos y accesorios como la bolsa, los paraguas, etc.
En cuanto a los bloques de pisos, muchas comunidades ya están optando por instalar sistemas de reconocimiento facial para abrir puertas o altavoces inteligentes que facilitan el uso autónomo de ascensores, para evitar lo máximo posible tocar botones y cerraduras de zonas transitadas.
Habitaciones reconfigurables
Los espacios comunes deben ser cada vez más versátiles y adaptarse los intereses de todos. Una buena distribución del espacio ayuda a la concentración y puede, incluso, mejorar el estado de ánimo. Por ello, el papel de la decoración y la iluminación cada vez será más relevante y podremos encontrar piezas adaptadas a nuestros gustos y emociones.
Asimismo, los espacios modulares han encontrado su protagonismo en viviendas pequeñas que deben combinar varias actividades en un solo espacio, como por ejemplo, teletrabajar y hacer deporte o tener un momento lúdico. Es decir, poder crear habitaciones reconfigurables según el momento del día o por franjas horarias.
Zonas comunitarias que unen el interior con el exterior
En un reportaje de Houzz, el arquitecto Moisés Royo de Muka Arquitectura, sueña con la idea de establecer una superficie mínima de zonas verdes para cada bloque de viviendas. Un deseo que comparte con la mayoría de clientes, los cuales han aumentado la demanda de inmuebles con terrazas y balcones desde que comenzó la crisis sanitaria.
Porque, según destacan varios arquitectos en este medio especializado, la verdadera revolución de las ciudades del siglo XXI no depende de evitar que el vehículo acceda al centro de las urbes. Si no, más bien, de garantizar un espacio verde para cada bloque de viviendas en los barrios más céntricos.
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